Las estrellas son esferoides compuestos de plasma. Su formación se debe al colapso de las grandes masas de gas. Estas componen nubes moleculares y, a tal proceso, se le denomina formación estelar.
El Sol es la estrella más cercana a la Tierra. En cuanto a la forma de las estrellas, se mantiene gracias a su gravedad característica.
Según expertos, el universo podría contener por lo menos 100.000 millones de galaxias. A su vez, esa misma cantidad sería solo un aproximado del número de estrellas por cada galaxia.
Pero estos son simplemente unos pocos datos. ¿Quieres conocer más? ¡Sigue leyendo este artículo!
Contenido
El origen de las estrellas
Cuando se produce la inestabilidad gravitacional dentro de una nube molecular inicia la formación de una estrella. Estas nubes moleculares son compuestas en su mayoría de hidrógeno y dicho elemento es esencial en el nacimiento de estrellas.
En este sentido, durante el colapso de la nube molecular los conglomerados de gas y polvo forman una nebulosa llamada “Glóbulo de Bok”. Posteriormente, debido al aumento de su intensidad, la energía gravitacional sufre un cambio transformándose en calor. Finalmente, al registrar el equilibrio hidrostático, surge una protoestrella en el núcleo de la nube.
Por lo tanto, las protoestrellas son estrellas jóvenes que inician su ciclo de vida. Es decir, este término hace referencia al periodo en el cual evolucionan. Desde que son nubes moleculares que comienzan a reducirse hasta el momento en el que alcanzan la secuencia principal.
Ahora bien, la secuencia principal del diagrama de Hertzsprung-Russell es un gráfico de dispersión de estrellas. En el mismo se mide el brillo de cada estrella en comparación con su temperatura. De hecho, es en esta secuencia principal donde se ubica gran parte de ellas.
Por supuesto, existen otras regiones donde se localizan grupos de estrellas como la gigante roja y las estrellas masivas. A continuación verás más detalles.
La evolución de las estrellas
Anteriormente, mencionamos que la mayoría de las estrellas se sitúan en la secuencia principal, pero otras regiones también son parte de su ubicación. Como es el caso de la secuencia post principal, donde por ejemplo hace vida la gigante roja.
Son diversas las fases que comprenden la vida de una estrella. Por tal motivo, te presentamos esta lista para que tengas una idea más clara.
Gigante Roja
Justo como su nombre revela, esta es una estrella gigante. Su masa es baja y a medida que avanza al final de su vida, el hidrógeno es convertido en helio. En consecuencia, la temperatura aumenta, puesto que el helio llega al fondo del núcleo y el resultado es la expansión de la capa interior.
En este punto, los átomos de helio se fusionan, lo que forma elementos como el carbón. Así, las capas externas se desprenden originando un aumento del volumen y enfriamiento de la superficie de la estrella. Ambas características provocan el color rojo que la caracteriza.
Supergigante
Son estrellas cuyas masas abarcan entre 10 y 50 masas solares. Al contener una masa tan grande, consumen energía velozmente y esto hace que sean muy luminosas. Incluso, el nivel de luminosidad es tanto que se posiciona alrededor de un millón de veces la de Sol.
El periodo de vida de estas estrellas es corto y cuando han agotado el combustible nuclear explotan en supernovas. Un evento que generalmente se le atribuye a la evolución de las supergigantes rojas.
La clasificación para las supergigantes se divide en:
- Supergigantes rojas: Es el nombre para las estrellas evolucionadas de la clase de luminosidad I, de tipo espectral K o M. Su volumen es el más grande en el universo pero con densidades y temperaturas bajas. UY Scuti, VY Canis Majoris y KW Sagittarii, son algunas de las más conocidas en la galaxia. Registran un radio de 1.500 veces mayor que el del Sol.
- Supergigantes azules: Calientes y luminosas son todo lo contrario a las supergigantes rojas. Se les reconoce como estrellas masivas jóvenes y su clase de luminosidad también es la I. Pero su tipo espectral va de O hasta B9, y gracias a sus altas temperaturas le confieren el tono azulado de sus superficies.
Hipergigante
Más grande que la supergigante, el esferoide hipergigante cuenta con una masa 100 veces mayor que la del Sol. Aunado a ello, es la más luminosa y debido a su densidad, el tiempo de vida es de 1 a 3 millones. Luego se convierten en supernovas o puede que hipernovas.
Existen diversos colores para las hipergigantes. Las amarillas son las más extrañas debido a las temperaturas moderadas y altas presiones en su interior. También hay rojas y azules, que al igual que las supergigantes indican menor y mayor temperatura en su superficie. Igualmente, las rojas y amarillas más brillantes son de magnitud bolométrica sumamente alta.
Para simplificar esto último, la equivalencia de esta magnitud es de, al menos, una luminosidad 500.000 veces la de nuestro Sol.
Estrella de Wolf-Rayet
Con más de 20 a 30 masas solares, provienen de las estrellas más masivas de tipo espectral O. Las mismas tienen una característica clave, y es que sufren constantes pérdidas de masa producto de vientos estelares. Entonces, pueden iniciar con 100 masas solares y terminar con 8 aproximadamente.
Su color azul es muy intenso con un pico de emisión ubicado en el ultravioleta. Y aunque es poco común, se visualizan halos brillantes. Esto sucede porque sus espectros muestran bandas de emisión brillantes derivadas del helio o hidrógeno ionizado.
Desde hace décadas, los astrónomos estudian el comportamiento de esta estrella. Pese a que su tiempo de vida es corto, sigue siendo superior al de los seres humanos. Es un tema que evoluciona rápidamente y seguirá siendo objeto de observación.
Principales características
- Hay estrellas que pueden llegar a tener hasta 13.800 millones de años de antigüedad. Sin embargo, lo normal es una duración de 1.000 a 11.000
- Puesto que están a una enorme distancia de la Tierra, las vemos como pequeños puntos brillantes. Y los mismos titilan ante nuestros ojos gracias al efecto de la atmósfera terrestre.
- El tamaño puede registrarse desde 20 km de diámetro hasta 1.070 veces, más veces en comparación al del Sol.
- La composición química es de 71% de hidrógeno y 27% de helio. Y en casos muy particulares, el cromo y algunas tierras raras se hacen presentes en su espectro.