Un planisferio celeste es básicamente un mapa simplificado de la bóveda celeste, en el que se puede observar las estrellas. Entonces, una latitud específica entra en juego al utilizar un planisferio.
Hace siglos, los marinos usaban las estrellas para poder navegar. Por tanto, se entiende que mediante la posición de estas, mayormente tomando como referencia las constelaciones, es posible ubicarse.
De acuerdo a nuestra posición y época del año podremos ajustar un planisferio para el reconocimiento de las estrellas.
¿Te gustaría entender un poco más sobre este tema? ¡Te explicamos en qué consiste un planisferio y su aplicación!
Contenido
Cómo es un planisferio celeste
El planisferio celeste consta de dos discos que se ajustan mediante un pivote común. Esta carta estelar se une por el centro con una cubierta opaca circular superpuesta. A su vez, dicha cubierta cuenta con una ventana elíptica que permitirá apreciar una parte del cielo en un momento específico.
Al cabo de un año, expertos indican que el aspecto del cielo será el mismo en una hora puntual de observación. Por supuesto, guiándonos del estudio de estrellas, gracias al planisferio. Un resultado que se obtiene porque su cubierta superpuesta rota sobre el pivote común.
También es importante saber que la ventana de un planisferio celeste está diseñada con un propósito particular. Que se aprecie el cielo en un intervalo de latitud determinada. Igualmente, a lo largo del borde la ventana se ubican los cuatro puntos cardinales.
Para visualizar los meses del año nos fijamos en que estos se encuentran en el borde de la carta estelar. Mientras que las horas del día están en el borde de la cubierta superpuesta.
De esta forma, disco y cubierta se ajustan a la fecha y hora actual de observación respecto a la carta estelar.
Características y métodos de proyección
Hasta ahora hemos entendido que el planisferio celeste brinda una proyección de la esfera celeste, por medio de una superficie plana. Aunado a ello, es vital saber que el disco superior posee un horizonte para mostrar la parte visible del cielo. Este se diseña para una latitud específica. Sin embargo, es posible intercambiar varios discos superiores para la cobertura de diferentes latitudes. Pero todo dependerá del diseño del planisferio.
Por otro lado, existen planisferios muy precisos que representan la ascensión recta, así como declinación. Estas coordenadas celestes nos darán una idea de la posición de cometas, planetas y asteroides. Incluso, hay planisferios celestes que ofrecen las coordenadas de declinación impresas en la línea que une norte y sur en el horizonte.
Ahora bien, para la proyección de la esfera se registran dos métodos, los cuales son:
- Proyección acimutal equidistante polar: nuestro cielo es dibujado centrándose en un polo celeste. Al mismo tiempo, los círculos de igual declinación se observan equidistantes de los polos y entre sí.
- Proyección estereográfica: se agrandan las constelaciones en el borde, en relación con las del polo celeste. Esto significa que se alargan las distancias entre círculos de declinación.
Datos históricos
La palabra Planisferio proviene del latín original «Planisferium», cuyo significado es «Plano celeste». Así, la primera vez que se usó este término fue en el año 1624, por Jacob Bartsch, en un mapa de estrellas. Lo que quiere decir que el planisferio celeste data de mucho tiempo atrás.
Pese a ello, a comienzos del siglo XI, un astrónomo persa se ocupó en describir este instrumento.
En otro orden de ideas, antes del planisferio, el astrolabio era el instrumento utilizado para determinar la posición de las estrellas. Esto ya que mediante el mismo se puede emplear la proyección estereográfica de la esfera celeste.
Se trata de una circunferencia graduada con un eje que dispone de una aguja apuntando hacia una estrella que estemos observando. Muestra dos escalas en su borde: una graduada en grados y otra con horas y minutos. Finalmente, para lograr la medición usa una argolla que lo suspende en vertical.
¿Y cómo puedo usar un planisferio celeste?
Es vital que la fecha y hora del planisferio coincida con la que desea quien va a observar la esfera celeste. Además, debemos comprobar que nuestro planisferio es el acorde a la latitud de donde nos encontremos.
Un detalle muy importante que no puedes olvidar es que la hora local no es igual al horario de verano que usa un planisferio. Esto quiere decir que dependiendo de la zona, se resta una cantidad de horas. Por ejemplo, en España las 23 horas con referencia al planisferio serían 21, puesto que se deben restar dos horas.
Posteriormente, es necesario alinearse con el polo norte celeste que señala la estrella Polar. Y si no es posible ubicar esta estrella, siempre está la opción de guiarse por la Osa Mayor. Seguidamente, se extiende cinco veces la distancia existente entre las dos últimas estrellas que componen el carro de dicha constelación.
La posición de este y oeste debe ser correcta. ¡Y listo! ya lo que queda es mirar la ventana elíptica donde apreciarás el cielo en el momento preciso.