El avance tecnológico de los últimos años ha revolucionado todos los ámbitos de la vida. Si bien en algunos casos estos avances son anecdóticos o simplemente interesantes, en el caso de la asistencia sanitaria pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes o prevenir ciertos diagnósticos con la mayor brevedad posible.
Son muchas las empresas que se han lanzado para intentar adaptar la inteligencia artificial al sector sanitaria. Por ejemplo, hemos descubierto Dezzai, una empresa que ha desarrollado un motor de conocimiento que permite obtener datos e información del sector sanitario de una manera rápida y ágil.
No obstante, todavía existen quienes no terminan de comprender cómo la inteligencia artificial puede ayudar a médicos o farmacéuticas a la hora de anticiparse o confirmar sus diagnósticos. Y es que, pese a todo, existe un gran desconocimiento entre los profesionales en lo que a estas nuevas técnicas se refiere.
Contenido
Qué es la inteligencia artificial
Antes de intentar comprender qué hace la inteligencia artificial en el sector sanitario, es importante tener claro en qué consiste la IA. Así, conocemos como inteligencia artificial a la búsqueda por parte de ingenieros e informáticos de una maquinaria capaz de realizar tareas que hasta ahora han ejecutado seres humanos, pero con una rapidez y concreción mayor.
Dado que la IA intenta aproximarse a las capacidades de los seres humanos, abarca diferentes ámbitos de las actividades de estos: creatividad, razonamiento, cálculos matemáticos, previsión… Como consecuencia, se puede extrapolar a diversas actividades humanas, desde un robot de cocina hasta el estudio de células madre.
Así, aunque parece algo lejano, la inteligencia artificial está instaurada y presente en la vida cotidiana del ser humano actual. Hacemos uso de esta tecnología en la cocina, las compras vía online o los programas informáticos de ciberseguridad, por ejemplo.
Inteligencia artificial en el ámbito sanitario
Si la inteligencia artificial se ha implantado en todas las actividades del ser humano y, de hecho, mejora cada día y ofrece mejores prestaciones, es lógico pensar que el sector sanitario no está exento de estos avances. Si bien es cierto que, como cualquier actividad, la sanidad ha experimentado avances relativos a pedidos digitales o sistemas informáticos, llama la atención la lentitud con la que parecen implantarse ciertas tecnologías en la práctica diaria de la mayoría de los profesionales.
En los últimos años y especialmente con la crisis del coronavirus, el debate en torno a la IA ha vuelvo a cobrar importancia. Numerosos profesionales se decantan por aprovechar la tecnología para buscar y compartir conocimientos elementales. Por ejemplo, el sistema elaborado por Dezzai ha creado un canal digital para la industria farmacéutica, es decir, una plataforma encriptada en el que la información de médicos, farmacéuticas y la Administración se encuentra en constante flujo y se pueden compartir estudios, diagnósticos o prevenciones.
Sin embargo, algunos profesionales se muestran reticentes a estos avances, ya sea por incomprensión acerca del funcionamiento de las plataformas que trabajan con IA o por el desconocimiento total de su existencia.
Dezzai, una plataforma para compartir conocimientos
Existen multitud de empresas dedicadas la inteligencia artificial en el sector sanitario. Cada una de ellas se especializa en una actividad (sistemas informáticos, investigación de ciertos problemas, ciberseguridad…). En esta ocasión hablaremos de Dezzai, una de las últimas apuestas en IA para médicos y farmacéuticas.
Uno de los problemas más evidentes a los que la práctica sanitaria se enfrenta en la actualidad está relacionado con la gran cantidad de información existente. El hecho de que cada poco tiempo se publique un estudio que corrobore o desestime un estudio anterior hace prácticamente imposible el conocimiento de las últimas prácticas por parte de médicos y farmacéuticos.
Conocedores de este problema, la empresa Dezzai ha creado un motor de conocimiento compartido. La idea de esta empresa en lo que a inteligencia artificial se refiere está relacionada con la extracción de datos pertinentes. Así, este motor analiza documentos tanto externos como internos de la compañía, buscando entre millones de ficheros aquellos relacionados con los que el profesional quiere. Así, tanto las farmacéuticas como los médicos y la Administración entran a formar parte de la misma comunidad, pudiendo compartir teorías, análisis y resultados a tiempo real.
Llegados a este punto, se puede pensar que un invento como el actual puede crear una comunidad médica. Sin embargo, el resultado va más allá, ya que gracias al acceso a los datos necesarios el especialista puede predecir patrones de comportamiento de no adherencia para detectar posibles pacientes de no adherencia, aportar consejos y conocimiento a otros médicos o especialistas y dar forma a servicios personalizados y diferentes para cada paciente.
Además, un servicio de inteligencia artificial como este permite, gracias a una plataforma encriptada, dar forma a una comunidad virtual protegida en la que los sanitarios pueden consultar y contrastar información relevante, comunicándose unos con otros.
Como decimos, la apuesta de Dezzai es una aportación interesante al sector sanitario, pero no la única. Seguir ignorando las ventajas que la inteligencia artificial puede proporcionar al sector sanitario es incomprensible, pues la IA ya está presente en todos los ámbitos de la vida, incluido, aunque todavía de manera minoritaria, el sanitario.