¿Qué es lo que provoca la tos?

Tos

La tos es una respuesta natural de nuestro cuerpo. Un ejercicio de higiene corporal para mantener limpias zonas como la tráquea o los bronquios. Lo cierto es que todos tosemos, incluso las personas sanas sin patologías previas. No obstante, cuando la tos dura todo el día, incluso si no va acompañada de mucosidad, es posible que se deba a algo más que una rutina de higiene de nuestro propio cuerpo y sea necesario acudir al medico, sobre todo si tras unos días no mejoramos o incluso empeoramos.

Posibles causas de la tos

Las causas de la tos son realmente amplias y no todas ellas son igual de graves. Es cierto que hay algunas que requieren más atención que otras, pero no siempre es así. A la hora de establecer las causas deberíamos tener en cuenta algunas características.

Por ejemplo, la tos por inflamación se debe a que las vías respiratorias están hinchadas y, por tanto, se está dificultando el paso del aire. En estos casos, la tos puede producir dolor. Este tipo de tos es muy común en resfriados, asma, neumonía, gripe o bronquitis, pero también es posible sufrir de esta tos en patologías más serias como cáncer de pulmón o fibrosis quística.

Por otro lado, también tendríamos la tos que se produce por los estímulos ambientales. Este tipo de tos encuentra su origen en el polvo o los ácaros que hay en determinadas zonas. Si bien es cierto que puede ser algo puntual, en muchas ocasiones, este tipo de tos es también el síntoma de una alergia estacional o permanente. En estos casos sería importante mantenerse alejado de las zonas en las que existan los componentes que irritan nuestras vías respiratorias o aquellos a los que somos especialmente sensibles.

Otro de los motivos por los que podemos sufrir episodios de tos es el cambio brusco de temperatura. Asimismo, factores emocionales como el nerviosismo o la ansiedad también podrían ocasionar estos episodios, como por ejemplo la tos psicógena.

Hay que añadir que el estilo de vida también influye en determinados tipos de tos, como la tos crónica. El tabaquismo (incluso el conocido como pasivo) así como el consumo de drogas y alcohol podrían favorecer su aparición.

Los diferentes tipos de tos

No todas las causas de tos son las mismas, pero tampoco existe un único tipo de tos. Hay que diferenciar varios, siendo algunas más preocupantes que otras.

Por un lado tenemos la tos seca o no productiva. Esta tos es la que no produce expectoración y está más relacionada con irritación de vías y procesos alérgicos.

La tos productiva es aquella que sí produce expectoración.

Por otro lado, encontraríamos la tos seca falsa. Lo cierto es que a priori parece falsa, pero simplemente es porque no se consigue expectorar y, por tanto, se produce la deglución de la mucosidad.

Ya hemos comentado también la existencia de la tos crónica o aguda. Esta tos se considera así cuando tiene una duración mayor de tres semanas. Hay que tener cuidado, pues esta tos crónica puede ser la antesala de una enfermedad latente.

Asimismo, también estarían las toses emocionales como la tos psicógena (tic). Este tipo de tos es más una costumbre que tienen muchas personas antes de hablar e incluso cuando se ponen muy nerviosas.

Cómo tratar la tos

Si bien es cierto que es importante acudir a un médico cuando la tos no mejora, las normas que se deben seguir son: calmar la tos seca y facilitar la tos productiva.

En ambos casos hay fármacos, siempre recetados por profesionales, que pueden beneficiarnos. Además, hay que recordar que en ambos casos la humedad es necesaria, tanto a través de la ingestión de líquidos como en el ambiente a través de la humidificación del aire. Un ambiente seco o una garganta poco hidratada sólo empeorará los episodios de tos sean del tipo que sean.

Remedios caseros

Es cierto que los episodios extendidos deben ser consultados con un profesional, pero no todos son así. Para los casos leves, hay remedios caseros para la garganta irritada y tos seca que pueden ser excelentes.

Por ejemplo, la miel posee propiedades antibacterianas y es antimicrobiana. Además de aliviar el dolor de garganta, la miel potencia el sistema inmunológico y es capaz de frenar los radicales libres.

Otro ingrediente que tenemos por casa y que puede ser excelente es la cebolla. Cuenta con unas cualidades expectorantes increíbles.

La manzanilla, por su parte, cuenta con grandes propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Una infusión de manzanilla puede actuar directamente sobre la irritación de nuestra garganta lubricándola e hidratándola, siendo así uno de los principales remedios caseros que tenemos en casa para luchar contra la tos.

Por otro lado, las gárgaras con agua con sal, un remedio que seguramente habremos escuchado a alguno de nuestros mayores, es muy recurrente y efectivo para calmar la tos más resistente. Esto es debido a que el efecto osmótico de la sal desinflama la garganta así como toda la zona afectada por la infección.

Sí, hay muchísimas opciones y remedios caseros que pueden ser muy útiles, tanto para la tos como para otras dolencias. Puedes encontrar más información sobre salud en Quiero Cuidarme DKV.

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