Vayamos directos al significado de una rinoplastia. ¿Qué es una rinoplastia? La rinoplastia es una cirugía que se realiza con el propósito, no siempre por un cambio de imagen, de reparar o remodelar algunos defectos ocasionados en la nariz. El objetivo de esta cirugía no siempre es de un carácter estético, sino que se busca también una mejor calidad de vida del paciente (por ejemplo, aliviar problemas respiratorios), así como una mejor armonía facial, de adaptar el tamaño de la nariz a las facciones propias de esa persona. El precio de una rinoplastia oscila entre los 3.000 y los 10.000 euros. Gracias a entidades como Cetelem, se puede financiar la totalidad de operaciones estéticas de este tipo.
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¿Qué tipos de rinoplastia existen?
La intervención, a pesar de ser una cirugía, puede desarrollarse en una clínica, hospital o consultorio ambulatorio del propio médico. Antes de adentrarse en el quirófano, el cirujano examinará al paciente para dictaminar qué tipo de operación y cómo debe realizarse. Normalmente, encontramos dos tipos de rinoplastias. Por un lado, está la rinoplastia cerrada, que es la preferida por la mayoría de los médicos, puesto que no deja una cicatriz visible al realizarse la operación a través de las fosas nasales y sin necesidad de realizar ninguna incisión exterior. La otra alternativa es la rinoplastia abierta, en donde el médico sí realiza una incisión en la parte media de la nariz, accediendo de una manera más directa a los cartílagos y huesos.
La operación, en cualquiera de los dos tipos de rinoplastias, suele extenderse entre una y dos horas. La cirugía suele realizarse mediante anestesia general o local, dependiendo de cada paciente y del tipo de operación a realizar. Si no hay ninguna complicación durante la operación, algo que sucede normalmente en la mayoría de los casos que se operan, el paciente regresa a su domicilio en el mismo día. Esto no quita que no sufra algunos dolores en la nariz y en alguna otra zona de la cara; zonas que suelen permanecer con alguna hinchazón durante unas horas. Asimismo, el paciente deberá mantener un reposo relativo e ingerir abundantes líquidos, así como los medicamentos recetados por su cirujano. Al cabo de unos días, todo volverá a la normalidad, aunque la cicatrización seguirá su proceso durante un tiempo, ya que es una fase lenta y gradual. Hablamos de semanas e incluso meses. En muchos casos, habrá que esperar hasta un año para ver los efectos deseados antes de pasar por el quirófano.
Recomendaciones
La rinoplastia, por tanto, no es una cirugía mayor, pero no está exenta de riesgos, como el sangrado, la infección y los hematomas; los propios de la anestesia, reacciones a los medicamentos y problemas respiratorios. También cabe la posibilidad, como en toda cirugía estética, de que el resultado sea insatisfactorio, especialmente en aquellas personas que buscan un retoque estético más que un alivio a un problema respiratorio. Finalmente, si usted no se decide a pasar por el quirófano, bien por un tema económico o por evitar estos riesgos, hay otras alternativas como la rinomodelación. ¿Y qué es la rinomodelación? Consiste en la aplicación de productos reabsorbibles en zonas estratégicas de la nariz.