Dadaísmo: Qué es, sus características, obras y artistas más representativos

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En 1916 la guerra en Europa comienza a convertirse en una guerra a nivel mundial, cientos de vidas de jóvenes se perdían en un frente de batalla estancado por el fango pútrido de las trincheras y asfixiado por las armas químicas recién descubiertas. El mundo entero contemplaba pasmado como el sueño del progreso se tornaba en una cruel pesadilla. No obstante, entre el fracaso de la postrera época victoriana, un pequeño núcleo de artistas se preparaban para edificar un movimiento cultural revolucionario y rupturista: el Dadaísmo.

El Dadaísmo pudiera ser entendido como una suerte de lamento ante una contienda y, por ende, de allí vendría su necesidad de romper con el pasado. La decepción de una época de gran crisis moral y ética es un punto de inflexión. En cualquier caso, el propio Dadaísmo jamás intentó vincularse con alguna suerte de proclama. Su esencia era provocar a todos un poco y escandalizar a los intelectuales de la burguesía, a quienes les gustaba más otra cosa.

¿Qué es el Dadaísmo? Una definición de la irreverencia

Se puede definir al Dadaísmo como un movimiento de vanguardia cultural y artística surgido en la primera mitad del siglo XX y determinado por su carácter de oposición radical frente a la tradición del pasado.

Como cualquier otro movimiento de vanguardia, el dadaísmo estaba desencantado con todo lo que era tradicional. Los Dadaístas creían que los cánones establecidos y el apego a conceptos decimonónicos estaban asesinando la capacidad creativa. 

Una cultura atada por su creencia en lo estético en sí misma, en los valores imperecederos de las formas simétricas, y que no comprendía su propio devenir. Ese era el enemigo del dadaísmo y para desarmarlo ellos utilizaron la arrolladora locura de sus obras.

Los poemas dadaístas eran “antipoemas”, una combinación aleatoria de palabras. Lo mismo podría decirse de las obras teatrales, las cuales dejaban al público perplejo. El deseo era reinventar las artes y dar un espacio privilegiado a la espontaneidad. Frente al agudo peso de los conceptos, los dadaístas oponían la liberalidad pura de la individualidad desencadenada.

Su propio origen etimológico fue usado por los dadaístas para burlarse de la mentalidad de su época, Dada, en realidad, puede no tener un significado. Tristán Tzara declaró que tomó la palabra Dada al azar de un diccionario, otros decían que era una onomatopeya de los sonidos de los primeros balbuceos infantiles; para la mayoría de sus integrantes, los nombres poco importaban, lo vital era innovar y ser desafiante al momento de producir algo.

Contexto histórico

Durante la Primera Guerra Mundial Suiza se convirtió en el refugio de quienes escapan de la guerra y específicamente Zurich albergó a cientos de artistas e intelectuales que huían del fragor de los cañones. La ciudad se transformó en hogar de un sinnúmero de inquietudes. Decenas de personas vagabundeando por entre los bares y cafés de este país, preguntándose qué sobreviviría del mundo y quizás lo más importante, que se debía salvar de esa sociedad que perecía.

Fue en Zúrich que Hugo Ball y Emmy Hennings fundaron el Cabaret Voltaire. Ball era un pianista virtuoso, lector empedernido de las obras de Nietzsche y de los escritos anarquistas de Bakunin. Entre tanto, Emmy era una mujer de mundo, conocedora de los estertores de la sociedad burguesa y cercana a la bohemia cultural. Esta combinación de elementos tan particular se propuso crear un espacio de expresión que permitiera hacer arte sin temor y sin apegarse a las reglas.

Cabaret Voltaire

Durante una de las primeras veladas en el Cabaret Voltaire se acercó un joven poeta al escenario, su nombre era Tristán Tzara y sus contribuciones al Dadaísmo lo inmortalizaron. Al grupo original del Cabaret se integraron luego Richard Huelsenbeck y Jean Arp, para conformar la avanzada del sinsentido artístico. Buscaban libertad creativa, pero sobre todo perseguían trascender el concepto estético de la sociedad industrial burguesa y del positivismo.

Luego de que la Primera Guerra Mundial finalizó los dadaístas se expandieron por Europa. Para la primera mitad de la década de los años 20 realizaron exposiciones en París y Berlín, reclutando a otros jóvenes descontentos. El movimiento llegó incluso, a Norteamérica.

Finalmente, fue decayendo con los años. Su propia vocación de ruptura total le restó capacidad para permanecer. Quizás, al dadaísmo la propia idea de permanecer le hubiese resultado incómoda, ya que todo lo espontáneo se extingue en un suspiro.

Características

Pese a todo, en el Dadaísmo existen ciertas características que se pueden enumerar y rastrear. A continuación se detallan algunas de ellas y se intenta explicar cómo encajaban dentro de la narrativa antisistema y contracultural que determinaba la mente de sus creadores.

Movimiento anti-arte

Los Dadaístas no pretendían encumbrarse o que sus obras fueran solemnemente expuestas en afamados museos. De hecho, se burlaban de sus propias creaciones y no creían que sus producciones realmente tuvieran tanta importancia. No intentaban crear algo para agradar a un público determinado, ni siquiera para ser entendidos.

Anti-elitismo

En consonancia con sus críticas en contra de la sociedad burguesa, rechazaban el elitismo que había caracterizado las manifestaciones artísticas anteriores. Sus obras usaban materiales vulgares, extraídos hasta de la basura, y procuraban evitarse los cánones estéticos de las clases privilegiadas. En tal sentido, sus obras eran baratas y sencillas.

Lenguaje anárquico

En poesía o literatura, el Dadaísmo subvierte la necesidad de crear textos con sentido y estructura. Sus poemas suelen ser colecciones desordenadas de palabras extraídas al azar. El propio Tristán Tzara recomendó utilizar recortes desordenados de periódico para apuntalar una producción artística Dadaísta. Igualmente, se desprecian las reglas de puntuación y se agregan palabras inventadas o neologismos.

Carácter interdisciplinario

El Dadaísmo intenta ser una forma de enfrentar la realidad y de entender el mundo. Persigue tener cabida en cada aspecto de la vida, para desde allí subvertir lo que se entendía como algo inamovible. Por ende, les daba lo mismo crear algún texto desordenado o una obra de teatro inverosímil. Todas las artes estaban inventadas a la negación de sí mismas.

Mayor importancia del gesto creador

Los dadaístas fueron defensores de la individualidad y de su expresión. Por lo mismo, siempre valoraron más la intención creadora y no tanto la forma final. Lo fundamental, entonces, era dar rienda suelta a la necesidad humana de manifestarse y dejar que los impulsos corrieran con libertad. Luego, el resultado de esa liberalidad era algo que bien podría ser intrascendente.

Nuevas técnicas

Algunas técnicas usadas hoy en día son invención de los dadaístas o fueron popularizadas por ellos, por ejemplo, el collage. Igualmente, usaron el fotomontaje para publicar imágenes disruptivas que provocaron un vuelco en las imaginaciones más estrechas. Por medio de esta técnica distintas fotos se superponen y encuentran.

collage dadaista

Los artistas de este movimiento también se sirvieron del readymade que consistía en utilizar un objeto común para fabricar una obra de arte partiendo de él.  Con ello buscaban darle legitimidad a sus cuestionamientos sobre lo que se puede considerar artístico o no.

Acentuado nihilismo

Aunque los Dadaístas perseguían la provocación y la ruptura, nunca se afiliaron a corrientes ideológicas o defendieron algún discurso de cambio apegado a un programa. Eran, en resumidas cuentas, grandes desilusionados, pesimistas, nihilistas y escépticos.

Obras Destacadas

Algunas obras dadaístas fueron elogiadas por los adeptos al vanguardismo y también criticadas por aquellos que veían en el Dadaísmo la antítesis de los valores que habían orientado la creación artística hasta la fecha.

Pocos grupos de vanguardia levantaron tantas pasiones encontradas mediante sus obras, algunas de las cuales se pueden observar actualmente en prestigiosos museos del mundo.

La fuente (1917)

Obra de Marcel Duchamp, la cual consiste en un urinario de porcelana blanca firmado bajo el pseudónimo de R.Mutt. La obra fue enviada a la Sociedad de Artistas Independientes como una burla de Duchamp a la inutilidad y banalidad del arte tradicional. Se considera una pieza fundamental del Readymade, técnica que se caracteriza por utilizar objetos cotidianos para realizar sus trabajos.

La Fuente Marcel Duchamp

Lágrimas (1932)

Es una foto pletórica de múltiples interpretaciones: hermosa, polémica y hasta patética. Su autor es Man Ray y en ella se puede observar un rostro femenino en close-up con los ojos perdidos viendo hacia arriba, mientras caen lágrimas de cristal por sus mejillas. La fotografía carece de referencias espaciales, y las supuestas lágrimas de cristal son demasiado grandes para parecer auténticas, por ende, todo el cuadro rebosa de un aire fantasioso.

El gran vidrio (1923)

Esta fue una de las obras más cuidadas de Marcel Duchamp, artista que estuvo trabajando entre 1915 y 1923 en su elaboración. Durante ese tiempo Duchamp fue utilizando dos planchas de cristal y ubicando en ellas toda clase de materiales diversos, láminas de aluminio e incluso el polvo que se iba adhiriendo.

Al final, la idea de Duchamp era representar una escena hilarante y mundana jugando con las perspectivas. En la parte superior se representa a una mujer desnudándose y en la inferior lo que deberían ser sus amantes. Sin duda, una oda a la tensión sexual y a la incansable búsqueda de trascendencia mediante el amor romántico.

Para hacer un poema Dadaísta (1920)

En breves palabras, Tristán Tzara resume una serie de pasos para elaborar un supuesto poema dadaísta. Lo primero sería entonces seleccionar un artículo del periódico, recortar las palabras y mezclarlas. Luego el azar determinará el orden en el que se colocan esas palabras y las oraciones que lleguen a formar.

Este poema carece de estructura, no sigue parámetros de métrica. De hecho, desde el primer momento invita a crear con improvisación. Las supuestas instrucciones para un poema dadaísta, rescatan lo poético de la realidad y su potencialidad disruptiva.

Artistas Destacados

Algunos nombres son muy importantes cuando hablamos del movimiento dadaísta. Fueron ellos los ideólogos del sinsentido, de la ruptura y de la carencia de propósito. Mediante su obra crearon los pilares fundamentales y aún hoy muchos los estudian con reverencia. Aquí solo realizamos una breve reseña biográfica de ellos.

Tristar Tzara

Poeta de origen rumano, nació en 1896. Fue un antecesor del surrealismo en literatura y fundador del Dadaísmo. Durante la primera mitad del siglo XX cautivó al mundo con sus originales poemas y sus proclamas en favor de la innovación cultural. Luego fue acercándose al surrealismo e intentó conciliar sus principios nihilistas con el pensamiento marxista que abrigo después de adulto.

Tristar Tzara

Participó en la Segunda Guerra Mundial defendiendo a Francia de la agresión germana y en 1947 obtiene la ciudadanía francesa. Militó en el Partido Comunista hasta que la Unión Soviética invadió Hungría para sofocar una revuelta popular en 1956, a partir de entonces se distancia de la política. Murió en París en 1963.

Marcel Duchamp

Nacido en 1887 en Francia, sería conocido en la posteridad por sus obras artísticas. En ellas Duchamp cuestiona con gravedad como las formas y los cánones de belleza se imponían por sobre la creatividad. Creía fielmente que sus creaciones eran fugaces y, por lo tanto, tampoco era menester tener una formación académica para comenzar a producir obras. Son obras suyas El gran vidrio, La fuente y L.H.Q.Q. Murió en 1968.

Jean Arp

La vida de este poeta, escultor y pintor franco-alemán comienza en Estrasburgo, en el año 1887.  En 1915 evita ser reclutado para la guerra y termina marchándose a Suiza, en donde toma contacto con el núcleo original del Dadaísmo. Posteriormente, se haría más cercano al surrealismo.

Las esculturas de Arp tienen en común una construcción de formas oníricas que guardan algún atisbo orgánico. En tal sentido, su labor está enmarcada en un deseo de establecer lo orgánico como aquello que forma la realidad. Desde 1930 empezó su prolífica labor de ensayista.

Durante la Segunda Guerra Mundial escapó nuevamente a Suiza. Luego de finalizada la contienda, Arp viaja a América con la finalidad de realizar esculturas para diferentes universidades del continente, entre las que destacan las de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y las de la Universidad Central de Venezuela. Finalmente muere en la ciudad de Basilea, Suiza, en el año 1966.

Man Ray

Bajo el seudónimo de Man Ray se conoce al artista Emmanuel Radnitzky. De origen norteamericano, aunque vivió la mayor parte de su vida en París, nació en 1890. Sería conocido por su fotografía, sus retratos y la carga expresiva que colocaba en cada uno de ellos. Además, su trabajo tiene una relación muy grande con el dadaísmo y el surrealismo.

En 1949 tiene que escapar de París por el avance alemán. Se refugia en su país natal, donde continúa trabajando en sus fotografías. Sin embargo, fue en esta etapa donde comienza a generar la mayor cantidad de collages y siente la necesidad de jugar con técnicas de creación innovadoras.

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