El aceite de CBD es un componente versátil que se adapta perfectamente a cualquier estilo de vida. No es considerado como un medicamento, sino como un suplemento alimenticio capaz de ofrecer una gran cantidad de beneficios en el cuerpo humano, principalmente relacionados con su capacidad antiinflamatoria, antidepresivo y ansiolítico.
Gracias a la popularidad de este cannabinoide, podemos encontrar aceite de CBD en diferentes presentaciones e incorporarlo en nuestra rutina diaria de una manera sencilla. Este carece totalmente de efectos psicoactivos por lo que no tendremos que preocuparnos por alteraciones del estado de ánimo como ocurre en otras formas de consumición.
Marcas como Cibdol tienen a disposición de los usuarios múltiples productos que incluyen aceite de cannabidiol, los cuales tienen usos particulares. Podemos encontrar CBD en diferentes concentraciones para ser ingeridos por vía oral, del mismo modo que cápsulas, cremas y geles para uso tópico y una amplia línea de productos de belleza basados en este compuesto.
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¿Cómo incorporar el CBD a nuestra rutina diaria?
Al disponer de una amplia gama de presentaciones, la incorporación a nuestra rutina diaria es bastante sencilla. Se trata de un producto versátil que incluso está llegando a utilizarse en la preparación de alimentos, pero hoy nos enfocaremos en mostrar todas las opciones que puedes utilizar en tu vida cotidiana.
Inhalación o vaporización
El aceite de CBD para vaporizar a través de aparatos electrónicos es el método más común y el primero en efectividad. Su efecto es inmediato, ofreciendo resultados unos 30 segundos después de inhalar la dosis recomendada, por lo cual es el mecanismo preferido por quienes utilizan el CBD como alivio para situaciones de estrés, ansiedad o dolencias crónicas.
Tinturas y aerosoles
Este es el método más habitual de consumo y de hecho uno de los que ofrece la mayor tasa de eficiencia después de la inhalación. Por lo general, los efectos comienzan a notarse a partir de los 15 minutos siguientes al consumo, una acción rápida que es ideal para tratamientos contra la depresión, ansiedad, estrés y dolores de cualquier tipo.
Cápsulas y productos orales
Al igual que las tinturas, el aceite y las cápsulas de gel son formas eficientes de consumirlo de manera oral. Quizás las cápsulas sean el medio de consumo preferido por la mayoría, puesto que son completamente insípidas y pueden consumirse de una forma limpia, simple y rápida, terminando por ser el método más cómodo que se adapta a cualquier situación.
Geles y cremas de uso tópico
Las cremas de uso tópico son adecuadas para el tratamiento de lesiones, dolores musculares y articulares, ya que trabajan de forma directa sobre el área adolorida causando un alivio inmediato. Los cosméticos como bálsamos labiales, cremas antiarrugas y sérums regeneradores de la piel son otros de los novedosos productos de CBD que podemos incorporar a nuestra rutina diaria.
Elegir el producto apropiado para nuestro estilo de vida
Será importante tomar consciencia de nuestros hábitos y estilo de vida antes de elegir algún producto de estas características. Esto podemos hablarlo con nuestro médico especialista y evaluar las ventajas y desventajas de cada método de administración antes de iniciar un tratamiento con este tipo de aceite.
Las personas que pasan mucho tiempo en la oficina o tienen poco tiempo para abandonar sus áreas de trabajo, deberían evitar la administración de CBD inhalado o vapeado, dando preferencia a las cápsulas o las tinturas sublinguales cuya administración es más cómoda aunque los efectos se perciban con mayor lentitud.
Es importante hacer seguimiento al tipo de producto que se adquiere, tomar nota de la velocidad de acción y evitar consumir dosis superiores a las indicadas si queremos mantener la seguridad del compuesto y recibir solo los beneficios. La mayoría de las personas asume preferencia por un método de administración, pues les ofrece una acción más rápida.
¿Cuál es la cantidad adecuada a ingerir diariamente?
Esta es una pregunta subjetiva y cuya respuesta depende del análisis de muchos factores, entre ellos el peso, estatura, edad, alimentación, condición física, estilo de vida y otros elementos claves para la dosificación. Es por esa razón que lo más conveniente es acudir a un especialista que nos ayude a encontrar la dosis más adecuada.
Por supuesto, al tratarse de un suplemento natural con pocos efectos secundarios, es posible que cualquier persona pueda realizar ajustes a la dosis recomendada según los resultados obtenidos y el tipo de efecto que se produce tras su consumo. Observar con cuidado el comportamiento del organismo tras el consumo es clave para determinar cuál es la dosis correcta.