Menorca sigue encabezando los lugares más visitados en verano por todo tipo de turistas, nacionales e internacionales, en territorio español. Así mismo, destaca por el excepcional estado en el que se encuentran sus ecosistemas naturales, siendo, en este sentido, la más sobresaliente de todo el archipiélago balear.
La isla fue declarada Reserva de Biosfera por la Unesco en 1993. Un título otorgado por el equilibrio logrado entre el respeto a la naturaleza y tradiciones en su crecimiento social y progreso económico. En definitiva, un paraíso de la sostenibilidad alcanzado gracias al modo de actuar de la política, del turismo y de la sociedad en su conjunto.
Esta relación con el entorno, no ha hecho más que mejorar y ampliarse con el paso de los años. Algo que puede verse navegando en Menorca y comprobando de la mejor manera posible cómo se encuentran las diferentes zonas marinas protegidas. Un cuidado que recibió un impulso importante cuando, de nuevo la Unesco, el 19 de junio del 2019, declaró que desde la costa y hasta 12 millas mar adentro también fueran declaradas Reserva de la Biosfera. Esto significa que esta isla cuenta con 500.000 hectáreas de extensión protegida, es decir, tiene la mayor Reserva de Biosfera Marina de todo el Mediterráneo.
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Un recorrido por la naturaleza menorquina
El clima mediterráneo ha propiciado un lugar de auténtico lujo natural en la isla de Menorca. Sus aguas turquesas, numerosas playas en estado semisalvaje, sus pueblos tradicionales con encanto marinero, cuevas y montañas, ofrecen al turista todo un espectáculo que merece contemplarse y disfrutarse.
Estas son solo tres de las muchas experiencias con entornos naturales que no hay que perderse en esta hermosa isla.
Playas del norte y playas del sur
Lógicamente, lo que más llama la atención por su excelente calidad natural son sus numerosas playas. Ya sean las salvajes que se localizan en el norte, calas vírgenes, escarpadas, aguas profundas y con muy poca gente, como pueden ser Cala Pregonda, Cala Tortuga o Cala Pilar, como las paradisiacas del sur con aguas de color turquesa, tales como cala Macarelleta, Cala Mitjana o Cala Turqueta, entre otras. Sus muchas formas de descubrirlas y disfrutarlas incluyen la posibilidad de contratar una lancha de alquiler que da la oportunidad de observar esta fabulosa costa desde un punto de vista completamente diferente.
El Camí de Cavalls
Para conocer a fondo la verdadera idiosincrasia ecológica de Menorca, nada mejor que embarcase en una ruta que recorra el Camí de Cavalls. Se trata de un antiguo sendero que bordea completamente la isla. Este antiguo recorrido permite disfrutar, durante una semana como mínimo, de los mejores rincones, paisajes marítimos y sus pueblos. Para los senderistas o para aquellos que gustan del camino tranquilo, es un auténtico regalo.
El Parque Natural de S´Albufera des Grau
Considerado como el corazón de la biosfera isleña, no en vano se trata de algo más de 5.000 hectáreas de paisajes singulares de enorme belleza natural. Posee tres rutas posibles para conocer este entorno como es debido. Como recomendación, si se va a realizar en verano, elegir la ruta que comienza en Grau, ya que pasa por una zona boscosa que ayuda, con su sombra, a mitigar el calor.