Autoconsumo solar: ahorra generando tu propia energía en casa mientras cuidas el medioambiente

Placas solares

Fuente: Freepik

¿Alguna vez te has parado a pensar cuánta electricidad consumes al cabo del mes y de dónde viene esa energía? Cada vez que encendemos la luz, cargamos el móvil o ponemos una lavadora, estamos usando recursos que, en muchos casos, tienen un impacto bastante grande en la naturaleza. Por suerte, existe una forma de tomar las riendas de lo que consumimos, reducir gastos y de paso cuidar un poquito el planeta: el autoconsumo solar.

¿Qué es el autoconsumo solar y cómo funciona en la práctica?

El autoconsumo con energía solar consiste, básicamente, en producir tu propia electricidad usando paneles solares instalados en el tejado de tu casa. Estos paneles captan la radiación del sol y la convierten en energía que puedes usar directamente para el día a día. Sin contaminar, sin ruidos y sin depender tanto de grandes compañías eléctricas. Es un sistema bastante sencillo a nivel técnico, aunque requiere de una buena planificación inicial: cuántos paneles necesitas, qué orientación tiene tu tejado, cuánta energía consumes normalmente… Pero una vez instalado, funciona casi como por arte de magia, y notas sus beneficios tanto en el uso como en el bolsillo desde el primer mes: además de no tener que pagar por la energía que consumes, si tu compañía eléctrica cuenta con una buena tarifa solar, la electricidad sobrante que generas la puedes verter a la red eléctrica y muchas veces te lo compensan en la factura. Por ejemplo, la eléctrica WeKiwi compra el excedente a 0,072 €/kWh y lo convierte en saldo para futuras facturas. Siendo totalmente posible tener una factura de la luz a 0€ con esta compañía.

Beneficios de pasarse al autoconsumo con energía solar

Además de las ventajas a nivel económico por la reducción en la factura eléctrica,  el autoconsumo con energía solar presenta una serie de beneficios importantes que trascienden el ámbito económico. Desde el punto de vista medioambiental, permite reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, al sustituir fuentes de energía convencionales por una alternativa renovable y no contaminante. Este cambio contribuye directamente a mitigar el impacto del consumo energético sobre el entorno, favoreciendo un modelo más sostenible y menos dependiente de recursos fósiles.

Por otro lado, generar electricidad de forma autónoma incrementa la capacidad de resiliencia energética ante posibles incidencias en la red eléctrica general. En contextos de catástrofes naturales, cortes de suministro o situaciones de emergencia, disponer de un sistema de autoconsumo permite mantener un mínimo funcionamiento en el hogar o en instalaciones críticas. Esta independencia energética resulta especialmente valiosa en zonas con acceso limitado a infraestructuras estables o expuestas a riesgos geográficos, climáticos o técnicos.

¿Qué necesitas para poder instalar paneles solares en casa?

​En España, la instalación de paneles solares para autoconsumo está regulada por normativas específicas que varían según el tipo de propiedad. En viviendas unifamiliares, el proceso es relativamente directo. El propietario debe solicitar una licencia de obras al ayuntamiento, presentar un proyecto técnico elaborado por un profesional cualificado y, una vez finalizada la instalación, inscribirla en el registro autonómico correspondiente. Además, es necesario notificar a la compañía eléctrica para formalizar el contrato de autoconsumo. Este procedimiento permite al propietario generar y consumir su propia energía, contribuyendo a la sostenibilidad y reduciendo la dependencia de la red eléctrica.​

En el caso de comunidades de propietarios, el proceso requiere una planificación más detallada y la obtención de acuerdos entre los vecinos. Según la Ley de Propiedad Horizontal, para instalar paneles solares de uso comunitario se necesita el voto favorable de al menos un tercio de los propietarios que representen, a su vez, un tercio de las cuotas de participación. Si la instalación es para uso privado de uno o varios propietarios, se requiere el apoyo de un tercio de la junta, y los costes y beneficios se distribuyen entre los participantes. Es fundamental que la instalación se realice en zonas comunes adecuadas, como la azotea, y que se respeten las normativas locales y urbanísticas. Además, se deben cumplir requisitos técnicos, como que la distancia entre los módulos fotovoltaicos y el edificio no supere los 500 metros, y que todos los consumidores asociados estén conectados al mismo centro de transformación en baja tensión.

¿Cuánto cuesta realmente pasarse al autoconsumo?

La gran pregunta siempre gira en torno al precio. Y aunque no hay una cifra única, porque depende de cada caso, sí que se pueden dar rangos. Una instalación básica en una vivienda unifamiliar suele rondar entre 4.000 y 7.000 euros, lo cual es una inversión considerable: pero, teniendo en cuenta que desde el momento en que empieza a funcionar y ya no tienes que sufrir las consecuencias de las subidas y bajadas del precio de la luz, ni pagar cantidades astronómicas mes a mes, en pocos años recuperas la inversión.

Además, en muchas comunidades autónomas puedes pedir ayudas que cubren una parte importante del coste de instalación, y también existen deducciones fiscales y facilidades de financiación. Vamos, que no tienes que vaciar tu cuenta de golpe para empezar a producir tu propia energía. Y si eliges bien tu tarifa solar, la combinación entre ahorro directo y compensación de excedentes puede ser la clave para que todo te salga redondo.

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